En cuanto al aire del pueblo, es, aunque es más limpio que en la ciudad, también tiene polvo, polen vegetal, bacterias, humo, etc. En las casas rurales, al igual que los residentes de la ciudad, hay muebles, alfombras, cortinas y otros artículos que recolectan polvo. Además, en casi todas las casas sostienen mascotas y usan varios lavados y detergentes en la vida cotidiana. Además, el polvo fino es el más dañino, que siempre está en el aire de la habitación y se establece fácilmente en bronquios y pulmones. Las sustancias que son productos de la vida humana también son peligrosas. Estos incluyen: ácido acético, benceno, acetona, fenol, benceno, venilaco, metilstirol y muchas otras sustancias. Ninguno de los aldeanos está a salvo de las alergias a ninguna de estas sustancias. Por lo tanto, la adquisición del filtro de aire por los habitantes de la aldea también es relevante, como para los residentes urbanos.