Vale la pena comenzar los trabajos de reparación en verano, cuando el calor en la calle afecta favorablemente el secado de la pintura y otros materiales de construcción que usa para la decoración y los techos de la pared. Además, a mediados de los días de verano, puede ir de vacaciones, dejando el cuidado de los hombros de los constructores y, al llegar, disfrute del resultado final.