Las fibras de acero se utilizan en casi todos los productos de concreto. Dichas fibras se usan cuando es necesario obtener productos de concreto que puedan soportar fuertes golpes. Las fibras se parecen a las pequeñas olas, cuyo tamaño no excede los cuatro o cinco centímetros, y su diámetro es de aproximadamente un milímetro. Se usa una mezcla de concreto de quince a cuarenta y cinco kilogramos de fibras por cubo.