• Durabilidad suficiente. Su vida (unos 50 años) es varias veces más que tuberías de acero;
• Resistencia a los procesos de corrosión. Dado que los polímeros no tienen la capacidad de ingresar reacciones electroquímicas, la tubería del plástico no puede realizar corriente eléctrica, lo cual es muy importante al pasar el sistema de aguas residuales cerca de los cables eléctricos. Durante toda la vida de tales tuberías, no se producirá corrosión electroquímica (destructiva);