Sin embargo, además de tales ventajas obvias, las tuberías de polietileno también tienen ciertas desventajas, entre las cuales se puede distinguir una mayor sensibilidad a diferentes daños mecánicos, la fragilidad moderada a bajas temperaturas (este fenómeno puede pasar fácilmente si la instalación a una temperatura no es menor que 15 grados), y también estas tuberías se caracterizan por un alargamiento térmico significativo (en polietileno, el coeficiente de expansión lineal es 10-15 veces más que el del acero). Las tuberías de polietileno se pueden transportar por una temperatura de no más de 45 grados, por lo que tales tuberías no se utilizan en sistemas de suministro de agua y calefacción de alta temperatura.