Calabria se desarrolla como una región turística muy intensamente. El gobierno italiano atrae a inversores locales y extranjeros a la región, e invierten importantes recursos financieros en la construcción no solo de instalaciones comerciales, sino también residenciales. Gracias a esto, las aldeas costeras y las ciudades de Calabria se transforman literalmente: la infraestructura está en desarrollo, la red de transporte está creciendo, la cantidad de hoteles, hoteles y centros de entretenimiento está aumentando.