Nada puede servirnos para siempre. El baño no es excepción. Después de un tiempo, notas un óxido, grietas, y una vez que una superficie lisa se convierte en un rugio. Con menos comodidad, te bañas y entiendes que necesitas hacer algo con esto.
Nada puede servirnos para siempre. El baño no es excepción. Después de un tiempo, notas un óxido, grietas, y una vez que una superficie lisa se convierte en un rugio. Con menos comodidad, te bañas y entiendes que necesitas hacer algo con esto.