El punto principal al diseñar un sistema de retención de nieve es la elección correcta y el cálculo del número de soportes. Al mismo tiempo, el tipo de techo, carga de nieve, tipo y paso de la caja, el tamaño de los bastidores de la caja, así como el material y la geometría del soporte en sí se tienen en cuenta. Para techos muy empinados y largos, es técnicamente razonable montar varias filas de retención de nieve, distribuyéndolas a lo largo del perímetro del techo desde la cornisa hasta la cresta. Esto le permite distribuir de manera óptima la carga de nieve en toda el área del techo.