El sueño no da descanso, no le permite olvidar que el ático bellamente decorado puede convertirse en lo más destacado de toda la casa. De hecho, las líneas rotas, las paredes curvas no dejarán que la habitación se vea ordinaria. Por lo tanto, te olvidas de la pereza, la lástima por la basura acumulada y comienzas a trabajar.