Hay dos opciones de instalación.
Considere la primera opción: esquema de tubo. En este caso, tanto agua caliente como fría, que deja la caldera, y el enfriado en la dirección opuesta, pasa a lo largo de una tubería. El gran menos de este esquema es que los radiadores siempre serán un orden de magnitud más frío que en otro esquema en el que las habitaciones se calientan por igual, de manera uniforme.